¡Por fin terminan las fiestas!
Es una frase que escucho mucho últimamente. Si el verano es mala época para llevar a cabo unos hábitos saludables y una dieta equilibrada y ordenada, el mes de diciembre… ¡es aún peor!
Todo empieza en el “puente de diciembre”. Nos reunimos con familia y/o amigos para irnos de viaje o simplemente vernos. Luego seguimos con cenas de empresa, de amigos y amigas, el amigo invisible… Y por fin llegan las Navidades. Es una época de reuniones y reencuentros, de quedadas, de vermuts varios… Y no solemos comernos una lechuga, ni seguir una dieta equilibrada. Creerme, yo la primera. Son comidas contundentes, calóricas, potentes, de dos, tres y cuatro platos, con muchos entrantes, picoteo, bebidas, y postres. Los dulces navideños… Podríamos llevar a cabo una alimentación más equilibrada, pero a todos se nos va de las manos. Comemos mucho, bebemos mucho… y llega enero.
Hoy día 12, tras la resaca de reyes y su roscón, llega la normalidad, la rutina, la vuelta a la realidad, a la dieta. A todos nos gusta la Navidad pero no nos gusta tanto esos kilitos de más que solemos coger.
¿Qué hacer para dejarlos atrás? Como os comente en el anterior post, con unos simples cambios notaremos como nuestro cuerpo se deshincha, nuestros kilos de más se van por las escaleras y nuestro organismo se va desintoxicando de los excesos pasados.
Una dieta y la rutina nos va a ayudar a volver a retomar nuestros hábitos saludables.
Los dos pilares fundamentales de van a ser:
1) Dieta saludable
2) Ejercicio
Con respecto a los hábitos saludable:
- Desayunar regularmente.
- Comer de forma relajada y sin prisas. Nos saciaremos antes y saborearemos mejor la comida.
- Consumir alimentos variados. Lograr que nuestra alimentación sea variada, agradable, suficiente y adaptada a nuestras características.
- Aumentar el consumo de pescado, sobre todo el graso que es rico en omega 3 y 6, en relación al consumo de carne.
- Aumentar el consumo de legumbres. Son una buena fuente de proteína vegetal de muy buena calidad.
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra, para facilitar nuestro tránsito intestinal. Y aprovecharnos de su efecto saciante.
- Utilizar el aceite de oliva como fuente principal de grasa alimentaria.
- Hacer 5 comidas al día. Así evitaremos el picar entre horas.
Consumir 5 porciones de fruta y verdura al día.
- Moderar el consumo de sal, azúcar y bebidas alcohólicas.
- Beber como mínimo 1,5 litros de agua al día. Si son 2 mucho mejor. Un cuerpo deshidratado no quema grasa de forma eficiente. El agua acelera el metabolismo, elimina toxinas y controla el apetito y la ansiedad, mantén un termo y contabiliza cuanto te tomas al día.
Para todo esto, es muy importante planificar de antemano los menús y así hacer la lista de la compra sin caer en tentaciones como el pasillo de los dulces o de los snacks. No os voy a explicar una dieta restrictiva, ni excluyente, ni estricta, ni en la que tengáis que pesar los alimentos.
Tan solo seguir una dieta mediterránea, cumpliendo lo anterior, y notareis cambios.
El desayuno debe ser la comida más importante del día, la que nos de la energía necesaria para empezar con ganas. Lo ideal, una porción de fruta, cereal y lácteo. La comida debe ser pasta, arroz, legumbre o verdura de primero; acompañada de carne o pescado de segundo.
Dejaremos para la cena, que debería ser ligera, las cremas, purés, sopas, ensaladas; y un segundo que será carne, pescado o huevo, según lo que hayamos tomado en la comida. Siempre recomiendo una infusión después de cenar, nos ayudara a relajarnos y nuestro organismo estará activo para realizar la digestión.
¿Hambre entre horas? No es un problema.
Si nos entra hambre podemos comernos una fruta, unas barritas de avena, alguna infusión.
Cualquier infusión que lleve alguno de estos componentes puede ayudarnos a desintoxicar nuestro organismo, por sus efectos saciantes, diuréticos, laxantes y digestivos:hinojo, comino, jengibre, pimienta negra, clavos, raíz de bardana, diente de león, anís, salvia, alcachofera, cola de caballo, genciana, manzanilla dulce, enebro, orégano, cardamomo, limón, regaliz.
Con respecto al ejercicio, no hace falta estar horas en el gimnasio ni planificarse tablas y horas de ejercicios.
Con una simple tabla de 10 minutos, en la que alternemos flexiones con sentadillas y ejercicio cardio, ya notaremos los efectos y la motivación extra para seguir con nuestros hábitos saludables. Algo de yoga o pilates también podría ser bastante útil, sobre todo para aquellos que no están muy acostumbrados a la práctica de ejercicio. Además, cada instante de la vida cotidiana lo podemos utilizar para movernos y para mantenernos en forma y así complementar nuestra dieta. El simple hecho de realizar las tareas del hogar o bajar a comprar nos quema calorías. Lo que no funciona es estar sentados en el sofá. ¡Hay que moverse!
Y tan solo animaros, todos vamos a conseguirlo. Eliminaremos esos kilos navideños que nos hemos echado con una dieta y hábitos saludables y empezaremos el camino hacia la operación bikini.
Sentirse bien es cuestión de equilibrio
Empecemos ahora con estos hábitos saludables. Es el momento. ¡Vamos a ello!
¡Hasta el próximo post!
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Colegiada num. ARA00210
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- ADIOS VERANO, HOLA RUTINA. VUELTA A LA ALIMENTACION SANA. - septiembre 7, 2015
